viernes, 13 de mayo de 2011

Tres cosas hay en la vida


LA MAS IMPORTANTE DE LAS TRES COSAS


             Es importante que sepamos diferenciar la voces de los ecos, y que seamos capaces de elegir una entre ellas, como decía Machado. En esta época de elecciones son muchos los ecos y los ruidos en el tema sanitario, yo a lo mío, y he recibido dos mensajes sobre el tema.

            Por un lado una información sobre las movilizaciones de cassmadrid en defensa de la sanidad pública, con la presentación de unos videos irónicos, (http://www.youtube.com/watch?v=VoKYg4mYGn4&feature=player_embedded)  quizás algo exagerados, pero interesantes ya que inciden en los aspectos mas controvertidos del tema, como son  el copago, la autogestión de los centros, el dialogo  con los usuarios, etc.

Por otro lado a través de un canal profesional (yo soy médico jubilado) me  llega información sobre la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la cual ha realizado un estudio:  "Análisis sobre la situación de los médicos de familia en España" (  SEMERGEN- Vademecum).  En el mismo se exponen una serie de conclusiones interesantes; la mayoría asumibles y entendibles, teniendo en cuenta quienes hacen el estudio, mejora de la organización, disminución de la actividad burocrática del médico, así dedicaría mas tiempo al paciente, etc. Pero hay tres que se me hacen curiosas

Una: la implantación del copago como medida disuasoria para disminuir la frecuentación. Me sorprende que esos médicos tengan esa visión del tema, yo siento discrepar de ellos. Soy médico jubilado, y en todos mis años de experiencia, jamás he encontrado a ningún padre que dude en pagar lo que sea para curar a su hijo, ni ningún paciente; es más, en el mismo estudio hay un porcentaje exiguo (18%) de pacientes que lo aceptaría, y la realidad es que hay muchos ciudadanos que tienen suscrita una póliza de seguro privado (fundamentalmente para subsanar los defectos de calidad hostelera, que no asistencial, del Sistema Público). Pero este hecho no justificaría el copago, sino que debe inducir a corregir los errores del sistema, sin que ello recaiga sobre el más débil, ni obligue al conjunto de los ciudadanos a correr con un coste adicional derivado de mala gestión, rigideces del sistema, etc. Ya el ciudadano paga con sus impuestos el mantenimiento de la sanidad. Las fórmulas que busque el Estado para arreglar la situación han de garantizar la equidad y la igualdad de acceso al sistema. De lo contrario se cometerá una gran injusticia.

Dos: proponen desvincular la gestión de los  “avatares políticos”. Éste es un debate largo y  escabroso porque es fácil tergiversar los argumentos y se presta a malas interpretaciones.  En cualquier Democracia, si la soberanía reside en el pueblo y este designa cada cierto tiempo a quienes quiere para dirigir la sociedad, son esos dirigentes elegidos los legitimados para ejercer esa dirección, y por tanto desarrollar las estructuras necesarias que garanticen esa función. El quid de la cuestión está en el nivel jerárquico en el que pasa de actividad estrictamente profesional a mezcla de profesional y política, o incluso solamente política, este es un debate abierto sobre el que solo diré dos cosas, primero al propio político le interesa tener buenos profesionales a todos los niveles, que gestionen bien,  pues de lo contrario en el próximo  periodo “x” perderá la confianza del ciudadano y dejara el  “Poder”, tendrá que haber necesariamente un dialogo constructivo entre unos y otros fruto del cual surjan los profesionales que quieran trabajar con el modelo que los ciudadanos han elegido en las urnas. Si no nos gusta el modelo, la forma de cambiarlo es a través de las urnas, no proponiendo fórmulas de gestión que en el fondo desvirtúan cuando menos, o buscan intrínsecamente un cambio de modelo. 

Tres: quieren más autogestión, incluso ser los propios profesionales del centro los que gestionen sus presupuestos y todo el plan de gestión sanitaria del área. La verdad me da la impresión de que no tienen en cuenta el concepto global de la Salud. ¿También gestionarían ellos el copago a su nivel?, ¿tendrían capacidad de fijar ellos la cuantía del mismo, ¿seria el director del centro, “nombrado por ellos, el que contrataría al personal, ¿se contaría con el resto de los estamentos, o se dirigiría como los centros de los entes privados que funcionan actualmente? Me parece que, quizás sin saberlo en realidad se está proponiendo un cambio de modelo, y no una mejora de la gestión.

Es más importante desarrollar otros aspectos contemplados en el estudio como educación para la salud, función primordial de la atención primaria, desarrollar la medicina preventiva, etc. En fin creo que queda mucho terreno para el debate siempre y cuando tengamos claro que el modelo actual ha sido el más consensuado y el que mejor garantiza la igualdad y la equidad, de lo contrario siempre estaremos en un dialogo de sordos. En el próximo comentario me gustaría tratar los aspectos más profesionales del análisis.




           

lunes, 25 de abril de 2011

25 años de la Ley General de Sanidad

   Hoy encontramos en la prensa un artículo de la Ministra de Sanidad, Leyre Pajín , que podéis verlo Aquí, con motivo de los 25 años de la aprobación de la Ley General de Sanidad.  En el mismo se pone de manifiesto un aspecto importante de la cuestión que ultimamente se suscita en los medios de comunicación respecto a la Sanidad, su elevado coste y los riesgos de supervivencia del modelo sanitario español, así como la forma de afrontar el problema. Primero hemos de estar todos de acuerdo en que hay que mantener y defender el modelo. Segundo, si el coste es alto, las soluciones han de salir del dialogo entre todos los agentes implicados, es decir los ciudadanos; yo sigo desconfiando de que sean los "expertos", quienes nos digan como hacerlo, así como de los responsables políticos que primero aseguran que lo van a conservar, pero lo primero que hacen cuando acceden al poder es recortar prestaciones y cargar sobre el paciente los costes en mayor o menor medida. Esta es la mejor manera de cargarse el modelo.
   Por todo ello creo que es importante que los ciudadanos, los usuarios del sistema tomemos conciencia del problema, y le expongamos claramente cuales son los aspectos que se pueden tocar y cuales no.
   Hoy he visto poca difusión en los medios del aniversario de la Ley, y ello no es bueno. Está también la noticia sobre la malaria,verlo Aquí también.  Aunque en principio no se le vea relación con el modelo sanitario nuestro, si la tiene, por lo que supone de apostar por las alternativas preventivas, que en el fondo son mas baratas y afectan más en profundidad a los niveles de salud de la población. Hay otros campos de la sanidad en los que también se pueden potenciar los aspectos preventivos y de promoción de la salud. Hay muchos campos sobre los que actuar antes que hacer recaer sobre el paciente el sobre coste de una gestión a veces poco clara y despilfarradora.

viernes, 15 de abril de 2011

Lo que se avecina

   He dudado mucho la publicación de este blog, pero como la realidad se impone la sanidad pública no para de ser noticia, porque siempre hay quienes pretenden acabar con ella, aunque la defiendan con la boca chica, o transformarla de forma unilateral. Ya vemos lo que está pasando en Cataluña, aquí transcribo la editorial de "El País". Igualmente en otros medios de comunicación también hay noticias sobre el particular, véase el Mundo Aquí http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/04/14/noticias/1302770795.html
    Es decir, vivimos un momento en el que los tres pilares del Estado de Bienestar están siendo fuertemente cuestionados por las tendencias neoliberales, y lo que está pasando en Cataluña pone de manifiesto que las primeras iniciativas conservadoras para afrontar la crisis económica se dirigen directamente contra esos pilares, sobre todo la sanidad y la educación, ya que son las que se llevan el mayor porcentaje de los gastos públicos.
   Pero a mí se me plantean algunos interrogantes, por qué toman la iniciativa en recortes indiscriminados, que afectan directamente a la calidad asistencial, ¿ han hecho todo lo posible contra el despilfarro, corrupción, desorganización, etc.?. ¿Están tan seguros de lo que hay que hacer que no necesitan consultarlo con nadie?. Si está claro que el copago es profundamente injusto y no soluciona el problema, habría que debatir con los ciudadanos, si no queda mas remedio, si se recortan prestaciones, o se suben impuestos; la solución debería ser fruto del debate y el consenso, pero no solo entre "expertos" que ya me los conozco, si no entre todos.
    En fin con esta iniciativa solo pretendo divulgar entre las personas conocidas mi preocupación por el tema, si lo consideráis oportuno ofrecerme vuestro punto de vista, y si de alguna manera podemos trasmitir al conjunto de la ciudadanía la importancia de mantener las estructuras sociales que garanticen nuestro Estado del Bienestar.

EDITORIAL

Rebelión sanitaria

Lo peor del plan de recortes hospitalarios de la Generalitat catalana es que no hay un plan

15/04/2011
Al cumplirse cien días del nuevo gobierno nacionalista de la Generalitat encabezado por Artur Mas, este se enfrenta a una auténtica rebelión de los profesionales sanitarios contra los recortes en el sistema de salud pública. Y a su primera crisis social.
El fenómeno desborda el ámbito catalán. En sus grandes trazos se trata de un problema general, o en todo caso de su adelanto. No en vano todo el sistema sanitario español, y los de otros países, exhibe enormes dificultades para asegurar su sostenibilidad. Por su creciente déficit (entre 11.000 y 15.000 millones de euros en España); una elevada presión de la demanda debido al envejecimiento y la alta propensión del gasto sanitario a multiplicarse.
Si se pretende evitar que la economía naufrague ante las exigencias de los mercados financieros -no siempre artificiales: los acreedores suelen mandar sobre los deudores-, hay que replantearse cómo se financia su sistema sanitario. La reforma económica de la sanidad es imprescindible y urgente, y es tan lógico que Mas la haya puesto en la agenda como que las otras autonomías, ahora en campaña electoral, prefieran aplazar el debate.
El servicio público de salud es, junto a la enseñanza, el núcleo duro del Estado de bienestar. Supone la parte del león del gasto social y absorbe una porción abrumadora de los presupuestos de las comunidades autónomas, que son las que administran esos gastos en su casi totalidad. Por eso no basta con detectar el problema. Hay que resolverlo con sensatez, y con un consenso básico de todos los implicados, exactamente lo contrario de lo que está sucediendo en Cataluña.
La reacción del Gobierno catalán al colapso circulatorio barcelonés del martes y a la manifestación de ayer ha sido desafortunada. Cuando los gerentes hospitalarios, muchos de ellos en la órbita de CiU, o el presidente del Colegio de Médicos, Miquel Vilardell, uno de los dos rutilantes asesores personales externos del nuevo presidente, e incluso el PP, se plantan ante la deriva caótica y peligrosa de los recortes, descalificar la protesta imputándola al mezquino interés electoralista de las izquierdas resulta oportunista y extemporáneo.
Lo peor del plan de recortes de Mas es que no hay un plan. Cada día se prodigan nuevos e improvisados anuncios de recortes o de proclamas retóricas de que hay que trabajar más. Decisiones sensatas como la postergación de alguna inversión hospitalaria o la no cobertura de la mitad de las vacantes se mezclan con otras sorprendentes, como el cierre de quirófanos, la eliminación de medicamentos esenciales o la cancelación de la garantía de ser operado en el plazo de seis meses.
Que la sostenibilidad del gasto sanitario requiere ajustes duros es indiscutible. El problema está en la opción tomada: ¿solo recortes? Hay modos alternativos o complementarios de reequilibrar las cuentas: subir algún impuesto (en vez de eliminar el de sucesiones) o aumentar el copago para determinadas prestaciones. Pero hacer estas cosas requiere valentía y liderazgo.

martes, 8 de febrero de 2011

el copago sanitario

En la edición escrita de el Pais de ayer lunes viene un artículo en vida&artes sobre el copago sanirario, que para abrir boca no está mal, podeis verlo aqui. Si bíen quedan dudas sobre la aplicación del tema, parace claro que desde luego por ahora y en mucho tiempo no se aplicará. Creo que hay tres razones claras. Primero desequilibra la equidad, al hacer recaer la carga económica sobre el mas debil, el enfermo. En segundo lugar hay serias dudas, donde lo aplican, sobre la eficacia de la medida tanto como recaudador, así como medida disuasoria, no es eficaz. En tercer lugar habría que actuar sobre el despilfarro, duplicidad de servicios, distribución territorial, etc; así como sobre las pequeñas corruptelas, y mala utilización de los recursos por parte de los profesionales sanitarios, medicina defensiva, "promoción profesional" etc.