Es decir, vivimos un momento en el que los tres pilares del Estado de Bienestar están siendo fuertemente cuestionados por las tendencias neoliberales, y lo que está pasando en Cataluña pone de manifiesto que las primeras iniciativas conservadoras para afrontar la crisis económica se dirigen directamente contra esos pilares, sobre todo la sanidad y la educación, ya que son las que se llevan el mayor porcentaje de los gastos públicos.
Pero a mí se me plantean algunos interrogantes, por qué toman la iniciativa en recortes indiscriminados, que afectan directamente a la calidad asistencial, ¿ han hecho todo lo posible contra el despilfarro, corrupción, desorganización, etc.?. ¿Están tan seguros de lo que hay que hacer que no necesitan consultarlo con nadie?. Si está claro que el copago es profundamente injusto y no soluciona el problema, habría que debatir con los ciudadanos, si no queda mas remedio, si se recortan prestaciones, o se suben impuestos; la solución debería ser fruto del debate y el consenso, pero no solo entre "expertos" que ya me los conozco, si no entre todos.
En fin con esta iniciativa solo pretendo divulgar entre las personas conocidas mi preocupación por el tema, si lo consideráis oportuno ofrecerme vuestro punto de vista, y si de alguna manera podemos trasmitir al conjunto de la ciudadanía la importancia de mantener las estructuras sociales que garanticen nuestro Estado del Bienestar.
EDITORIAL
Rebelión sanitaria
Lo peor del plan de recortes hospitalarios de la Generalitat catalana es que no hay un plan
15/04/2011
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Si se pretende evitar que la economía naufrague ante las exigencias de los mercados financieros -no siempre artificiales: los acreedores suelen mandar sobre los deudores-, hay que replantearse cómo se financia su sistema sanitario. La reforma económica de la sanidad es imprescindible y urgente, y es tan lógico que Mas la haya puesto en la agenda como que las otras autonomías, ahora en campaña electoral, prefieran aplazar el debate.
El servicio público de salud es, junto a la enseñanza, el núcleo duro del Estado de bienestar. Supone la parte del león del gasto social y absorbe una porción abrumadora de los presupuestos de las comunidades autónomas, que son las que administran esos gastos en su casi totalidad. Por eso no basta con detectar el problema. Hay que resolverlo con sensatez, y con un consenso básico de todos los implicados, exactamente lo contrario de lo que está sucediendo en Cataluña.
La reacción del Gobierno catalán al colapso circulatorio barcelonés del martes y a la manifestación de ayer ha sido desafortunada. Cuando los gerentes hospitalarios, muchos de ellos en la órbita de CiU, o el presidente del Colegio de Médicos, Miquel Vilardell, uno de los dos rutilantes asesores personales externos del nuevo presidente, e incluso el PP, se plantan ante la deriva caótica y peligrosa de los recortes, descalificar la protesta imputándola al mezquino interés electoralista de las izquierdas resulta oportunista y extemporáneo.
Lo peor del plan de recortes de Mas es que no hay un plan. Cada día se prodigan nuevos e improvisados anuncios de recortes o de proclamas retóricas de que hay que trabajar más. Decisiones sensatas como la postergación de alguna inversión hospitalaria o la no cobertura de la mitad de las vacantes se mezclan con otras sorprendentes, como el cierre de quirófanos, la eliminación de medicamentos esenciales o la cancelación de la garantía de ser operado en el plazo de seis meses.
Que la sostenibilidad del gasto sanitario requiere ajustes duros es indiscutible. El problema está en la opción tomada: ¿solo recortes? Hay modos alternativos o complementarios de reequilibrar las cuentas: subir algún impuesto (en vez de eliminar el de sucesiones) o aumentar el copago para determinadas prestaciones. Pero hacer estas cosas requiere valentía y liderazgo.
Esta es una prueba de comunicación dentro del blog de Salvador José mientras escucho una música estupenda del sitio "nice noise" que ayer nos recomendó Julio.
ResponderEliminarEl asunto global de la Sanidad y otros beneficios del estado de bienestar es muy dificil analizarlo en la presente situación de crisis. Muchos factores externos nos harán siempre distorsionar nuestro análisis. La situación económica, los comentarios de partes interesadas, los medios de comunicación, los diferentes gobieros autonómicos y en fin un sin fin de factores exógenos no nos permitiran ver el fondo de la cuestión. Pienso que lo primero que tenemos que hacer es priorizar las diversas actuaciones: ¿queremos que sea universal la sanidad? pues entonces mano a la obra aunque tengamos poco dinero hoy, nos apretamos el cinturón hoy y adelante, sin menoscabo de que la sanidad privada siga adelante, pero siempre sin que signifique un deterior de la pública. Sigo luego...