martes, 14 de enero de 2020

LA ULTIMA TRINCHERA

   Por fin hemos superado la controversia de la elección de un gobierno con arreglo al mandato popular expresado en las urnas. Por fin el secretario general del partido mas votado y único con capacidad para formar gobierno, el PSOE, ha sido elegido presidente del gobierno y ha formado su gobierno, el gobierno de todos los españoles.
  
    Pero me pregunto si hemos superado de verdad el bloqueo, el frentismo maniqueo de buenos y malos, constitucionalistas y rompedores de todo, etc. Y mucho me temo que la derecha (PP) arrastrada por la extrema derecha (VOX) todavía quiere dar la última batalla antes de asumir que perdieron las elecciones fundamentalmente por dos razones, la corrupción de la que todavía le quedan flecos importantes, y su incomprensible estrategia de judicializar el conflicto de Cataluña; estrategia que comenzó cuando recurrieron el Estatuto aprobado en referéndum a nivel catalán según la constitución y el propio estatuto, previo paso por las Cortes Generales. Estrategia que han podido mantener gracias a que la composición de los órganos de gobierno del Poder Judicial corresponde a la época de Rajoy, con predominio conservador y por tanto con un control férreo de los mismos, sirviendo y sometidos a los criterios del partido en el gobierno, el conservador, y creo que no tengo que poner ejemplos. A esta situación no solo no se escapa la Fiscalía, si no que yo diría que la misma ha jugado un papel fundamental en los conflictos mas destacados, Gourtell y demás, ERES, y como no la crisis catalana. No es casualidad que la Abogacía del Estado siempre ha coincidido con la justicia europea y gobierno, y la fiscalía con jueces, con los que hasta ahora no coincide la justicia europea; ya veremos que pasa con los recursos que van a presentar los presos políticos en Europa, porque  llegaran hasta ahí. 
   Pienso por ello que la guerra de la judicatura está llegando a su fin. Han perdido la batalla política en las elecciones y no acaban de reconocerlo. La extrema derecha los arrastra en la calle. Ya solo les queda una trinchera que afortunadamente no es infinita, porque no hay mal que cien años dure. Es la ultima trinchera. Y para ganar esa partida veo muy difícil que el dialogo sea la estrategia. Tiene que ser alguien con capacidad personal, profesional, y profundamente conocedora de todos los entresijos y cloacas. Creo que el presidente sabe perfectamente lo que se hace, no caben paños calientes.

   Subyace aqui un problema de fondo, no puede haber  ningún poder del Estado que escape al control de los ciudadanos que somos los auténticos depositarios del poder democrático, los jueces por supuesto que tampoco, y algunas veces apoyándose  en las propias leyes el poder judicial ha intentado controlar  al poder ejecutivo y/o legislativo (los ERE?). Actualmente el poder judicial esta controlado en parte por el mismo y en parte por el parlamento. Flaco favor haríamos a la democracia si por culpa del mal comportamiento de algunos políticos quitaramos el control del parlamento en favor del poder tecnocratico profesional. en todo caso habría que hacer mas directo el control de los ciudadanos, al menos para los niveles mas altos.

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