EL DISPARATE SANITARIO EN ANDALUCIA
Soy un andaluz medio que me monté ilusionado en el carro del desarrollo de la Autonomía de Andalucía allá por los años 80; soy médico anestesista y trabajé desde el principio en la Sanidad Pública en el hospital Virgen Macacrena de Sevilla, como muchos compañeros de las otras provincias andaluzas. He trabajado a lo largo de mis 40 años profesionales en campos como la cirugía cardíaca, neurocirugía o traumatología, Igualmente he colaborado en los primeros años de la puesta en marcha de la Junta de Andalucía en el desarrollo de la Atención Primaria de Salud en la provincia de Sevilla, donde aprendí la importancia y trascendencia del desarrollo de la misma, en la que con inversiones económicas no tan fuertes como en la alta cirugía, sus inversiones tienen una gran trascendencia a corto medio y largo plazo en la elevación de los niveles de salud de la población. El sistema sanitario no funciona sin una buena atención primaria.
En los últimos diez años han proliferado de forma exponencial las inversiones en centros privados de todo tipo, en Andalucia especialmente en las capitales de provincia con fuertes inversiones de fondos de inversión cuyos propietarios nos son totalmente desconocidos. Esas inversiones necesitan desarrollar una actividad intensa o no podrán recuperar las fuertes inversiones realizadas, actividad que solo se puede garantizar desde el volumen poblacional público, ya que las pólizas privadas de cobertura total son inasumibles por el ciudadano medio.
En los últimos seis años, ya con los gobiernos de PP en la Junta, la Atención Primaria se ha deteriorado a una marcha acelerada hasta el extremo de caricaturizar la figura del médico de familia al tener que atender un volumen poblacional cada vez mayor y además con las consultas telefónicas en las que se prorrogan tratamientos crónicos sin ver al paciente. Esto es un disparate se mire por donde se mire.
El deterioro del sistema sanitario público en Andalucía es evidente hasta en la calle. Pues bien gracias a mis compañeros pude asistir como invitado al debate de presupuestos en el Parlamento de Andalucía apartado de salud, y créanme ha sido decepcionante, no es que haya sido un diálogo de sordos, es que los representantes de la oposición defendiendo con mayor o menor fuerza el sistema publico se estrellaban contra un muro de incomprensión y hasta cierto desprecio; a los representantes gubernamentales les resbala toda argumentación y la más mínima critica. Como es posible que el gobierno de la Junta sea tan prepotente.
A mi modo de ver hay varios factores. En primer lugar los medios de comunicación no son conscientes de la enorme trascendencia de este problema; poca y mala información. En segundo lugar una connivencia y potenciación de la oferta del sector privado de seguros ofreciendo pólizas muy baratas que cubren justamente los aspectos negativos de la pública, atención más rápida más individualizada etc., quienes puedan las suscribirán. Cuando se “pongan malos de verdad” tendrán que ir a las urgencias masificadas de los hospitales públicos o tendrán que aceptar un aumento de las primas de las pólizas para cubrir la asistencia más cara.
En tercer lugar el gobierno en vez de gestionar bien en cantidad y calidad sus recursos propios realizan conciertos con el sector privado a unos precios que le garanticen al privado las ganancias que pierde con las pólizas tan baratas, por decirlo de otra manera introduce el copago de manera que el ciudadano paga dos veces por el mismo servicio si quiere más calidad, si no suscribe la póliza se encuentra con las listas de espera largas y peor servicio.
En cuarto lugar y no por ello menos importante tenemos que analizar el papel que juegan los profesionales sanitarios en este disparate sanitario, para mi es tan complicado que merece un estudio aparte; téngase en cuenta que sin ellos no se puede desarrollar ningún modelo. Tenemos que estudiar el papel que en este contexto juegan los profesionales sanitarios.
El final de este proceso que ya está en marcha es la externalización de los servicios sanitarios, o con conciertos con compañías de seguros, o con contratos con entidades gestoras de los recursos propios; el estado se limitará a disponer de un servicio de inspección que garantice el cumplimiento de unos servicios mínimos, los ciudadanos podrán poner un complemento que les dé más o menos calidad. Dicho así parece fácil pero generará unos ciudadanos de primera y otros de segunda que recibirá la beneficencia como en los años de la dictadura, entonces en manos de las entidades locales ayuntamientos y diputaciones, y hoy de las autonomías.
El Servicio Andaluz de Salud de reconocido prestigio dentro y fuera de Andalucía que ha costado años y sacrificios desarrollarlo, así como la Escuela de Salud Pública de Granada desaparecerán como tales en pocos años si no ponemos toda la carne en el asador, como se dice coloquialmente. Los socialistas ya lo hicimos una vez, somos un partido con recursos en todos los niveles, tenemos que trabajar con todos los sectores sociales implicados, explicar los riesgos y buscar el apoyo de todas las fuerzas sociales. La Salud no es un servicio opcional, es un. derecho fundamental contemplado en la Constitución. Pongámonos ya manos a la obra.
Sevilla 21 de diciembre de 2023
Salvador Navarro Gracia
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